Ya llegaste arrasando,
enfrentándome al miedo,
sin darme opción a rechazar la oferta,
instigando a arropar con cariño tu afecto.
No me hechices,
tejiendo con el fino hilo
de tus virtudes y tu transparente encanto,
la sutil red que cautivaría mi corazón.
No juegues, amante idólatra de la picaresca,
coqueteando con bellas palabras,
ávida yo de sabiduría
respecto a la causa última de tu intención.
Mientras rezo esa plegaria,
siendo presa de ese magnetismo
que me atrae hacia ti,
voy cayendo inevitablemente,
sin que puedan dar remedio
ungüentos y otros mejunjes,
licores ni soledades.
Luces y Tinieblas es fruto de inspiración agridulce, dedos hábiles y mente inquieta. Un tributo a la introspección; a la percepción subjetiva del entorno y a la conquista en la constante y pausada búsqueda de objetividad en la interrelación de ambos elementos. Un susurro humilde que sólo captará la atención de quien vibre al unísono con cada palabra relatada.
martes
Baile de mi corazón con tu cerebro
Estuve a punto de permitir a un impulso dar a luz al beso que se gestó en mi boca y pretendía nacer en tus labios, pero la gente, la música y tu cerebro lo detuvieron, y acabé abortando la misión antes de asimilar esa decisión.
Un rato más tarde, con la tentación aún latente, el brillo de tus ojos reflejado en mi mirada debió manifestar a gritos el deseo que amenazaba cumplir, en medio de esa complicidad sincronizada, tan especial, profunda y delicada, y a la vez, estéril.
Un rato más tarde, con la tentación aún latente, el brillo de tus ojos reflejado en mi mirada debió manifestar a gritos el deseo que amenazaba cumplir, en medio de esa complicidad sincronizada, tan especial, profunda y delicada, y a la vez, estéril.
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