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miércoles

Injusticias de un patio de colegio

Te acercaste bailando 
con una pose sexy hacia mi,
moviendo tus puños 
mientras dirigías tu mirada a cada lado, 
de hombro a hombro.

La música me obligaba a hablarte al oído,
y entonces aprovechabas para girar la cara 
quedando nuestras bocas 
a una distancia ínfima.

De repente se nos dibujaban 
una sucesión de sonrisas 
provocadas por el nerviosismo...

Me ruborizaba 
y cubría mi rostro con mis manos 
al sentir tus ojos recorriendo
cada rincón de mi cuerpo, 
descendente y ascendentemente 
con solemne picardía.

Me confesabas algo íntimo 
sobre la noche anterior.
Me relatabas nuestra historia, 
como si no te refirieses a mí. 
Palpabas mi trasero a hurtadillas
en cuanto se descuidaba el resto 
de los que nos acompañaban.

Todo y más para que de nuevo hoy
se disipe tu halo de pulcra inocencia, 
sacando a relucir inesperadamente 
alguna de esas paranoias  
que surgen de malas interpretaciones
y echa por tierra el compendio
de lo que tanto disfruto de tu manera de ser. 

En el trayecto fuerzas que compruebe
si un escudo me protege 
de tus ataques, 
en medio de esa alteración,
mientras aguardo en tí 
la calma que habita en mí
de comienzo a fin. 

Y como desenlace, un ciclo de pecado y penitencia 
que examina a la paciencia 
y a la psicología adquiridas,
hasta la fecha aprobadas con exitoso resultado, 
pero cada vez con menor y dudoso porvenir.

Y yo pensando en decidir...
si fingir orgullo 
para frenar tus abominables impulsos
o continuar perdonando y seguir... 

martes

Fuga de inteligencia emocional

Cuando la amargura
fue inyectada en su cerebro,
sus contaminados pensamientos
hicieron sin condescendencia,
de su voz un riesgo para mis oídos.

Desde ese momento 
sólo gruñe y huye, 
presa de inmadurez inadmitida;
pero debemos perdonarla,
pues nadie sufre más 
esa constante insatisfacción
como ella misma;
padece más esa realidad aislada,
alternativa de díficil cura 
al carecer de humildad 
e ignorar el concepto de convivencia. 

No condenes y enjuicies
sin conocer las previas circunstancias,
inherentes ya a su experiencia
y a los resultados que ahora reporta.

No mires sus pupilas de fuego;
desatiende a su afilada lengua;
prescinde de intentar operar 
sus putrefactos órganos;
omite su presencia sin más;
que algún día ha de darse cuenta 
de que perdió una gran fortuna 
que por poco tiempo retuvo 
y no recuperará jamás. 

En su burbuja hermética permanecerá,
rebotándole sus absurdos improperios,
sus audaces desplantes
y el reflejo de su imagen 
desfigurada de manera voraz. 
Qué desfachatez...

viernes

Canal de luz

Abundante caudal de energía
fluyendo por mi cuerpo.
La primera vez que la sentí,
cada extremidad parecía bullir,
y los órganos internos
se retorcían sutilmente,
como queriendo liberarse
de la materia que oprime,
de una manera pacífica y agradable.

Era inevitable querer seguir
experimentando de forma activa.
Cuántas nuevas sensaciones
me había estado perdiendo...
¡Y las que estarán por llegar!
Entonces en el centro de mis manos
y en las yemas de mis dedos,
un ligero cosquilleo de vibración incesante.
La temperatura iba en aumento...
Juntaba y separaba mis manos entre sí
a modo de acordeón,
percibiendo un efecto imantado
por el cual se atraían y repelían a la vez,
como sosteniendo entre ambas
una almohadilla con muelles.

Sanación natural... qué especial descubrimiento.
Reforzando mi fe,
incluso en hadas, duendes y otros seres...
Eternamente agradecida...
ahora que voy superando miedos y avanzando.
Sabiendo que jamás estaré sola,
más allá de estar conectada conmigo misma,
que tampoco es poco...
Siendo cada vez más consciente de la íntima relación entre cada elemento de la naturaleza,
sea mineral,animal o humano...