Cuanta cera en los oídos,
cuanto necio,
cuanta hipocresía.
Cuanto ojo ciego,
cuanta hiel en el alma,
cruel agonía.
Que siempre andan contando
los mismos cuentos,
la misma gente,
día tras día.
Que hacen hervir mi sangre,
que congelan mi corazón,
que asedian mi melancolía.
No quiero escuchar
en estos momentos
ningún pretexto.
No quiero observar los despojos
de falsas amistades
bajo ningún concepto.
Tan sólo desfallecer
sobre el regazo
de un ser alado.
Dormitar en su sombra.
Hallar transmutado
el contexto al despertar.
Dormitar en su sombra.
Hallar transmutado
el contexto al despertar.
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